domingo, 16 de marzo de 2014

Los papeles de Carmen (Capitulo 3º)

El censo de Buecam era totalmente integrador y respetuoso, sobre todo con la memoria de los muertos, estaban en el de por vida. En el aparecía los pajes de los reyes magos, que trabajaban dos días en los pueblos y que cumplían magamente con su derecho al voto en todas las municipales.
  Incluso un anacoreta que vivía en los montes de Buecam, viviendo en contemplación , alimentándose de la oración, también votaba.
  Las hermanas descalza de los pies y de la vida también cumplía  religiosamente aleccionadas por el cura del pueblo su derecho al voto, eso si por correo, como su congregación mandaba.
  En el pueblo había una organización sin parangón funcionando cual organigrama de una empresa, todos sabían lo que hacer cuando y como, mejor que en cualquier empresa. Hasta los niños sabían su cometido, cuando llorar y cuando reír.
  Carmen sonrió, al comprobar la memoria explicativa, que sus autores tenían guardada en el disco duro del ordenador del ayuntamiento, sellada y firmada por la junta  de gobierno del Santo Patrón de Buecam. En la introducción tenía una reseña bibliográfica de su vida y de su obra por lo que el pueblo lo veneraría por siempre, amén de pagarles todo lo necesario que el santo demandara por boca de su director espiritual, el cura, su vocal que era el presidente de la hermandad era quien lo entendía… Después había unas series de receta de  la thermomix, cuatro películas de “ Sirvestes Stalones”  junto con una guía de teléfonos del pueblo y lista de los que habían votado al alcalde personalmente y por correo.
  Era tan interesante la información que a Carmen se le hizo tarde para acudir al juzgado, cerro el ordenador llamo al municipal chino de Buecam y este le confirmo que todos los detenidos pasarían la noche en la cárcel.

  “Se le cayó al santo del escapulario un disco, con la caratula del chino muelto… Carmen el caso se ha complicado”

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